Esta es la pregunta que todos nos hacemos varias veces en la vida pero he oído por ahí, que si una persona llegando a los 40 aún no lo sabe, se convierte en neurótico, y es cuando la crisis famosa llega, porque todavía no hemos descubierto ese por o para qué.
En metafísica china se usa mucho el termino destino, el cual tiene diferente significado para cada persona, algunos creen que ya esta predeterminado, otros creen que está en sus manos, en realidad desde el punto de vista de la astrología china es un poco de los dos, porque si bien hay una parte predecible que es cómo voy a reaccionar con las personas o a los acontecimientos de acuerdo a mi forma de ser, o a mis capacidades o flaquezas; hay otra que está en mis manos, cuando soy consciente de lo que soy y hago algo por cambiar, tomar decisiones más congruentes sobre lo que me conviene, la elección de una pareja, o la reacción a las demandas especificas de un trabajo, van ciertamente a traernos resultados mejores de lo que por naturaleza básica o instinto hubiese hecho sin esta consciencia.
Como llamarle, es lo de menos, por que en realidad no importa el nombre , siempre que creamos que hay una parte de nosotros que nos define muy individualmente con un set de virtudes y defectos que deberíamos de conocer bien.
En el calendario chino existen 12 estaciones con una duración de 10 años cada una, con lo cual si sabemos las características de cada una, podemos pronosticar como nos afectará en áreas como la salud, las relaciones o la capacidad para acumular riqueza o poder etc., así como cada uno sabemos qué esperar y cómo nos sienta la primavera, pues una cosa similar pero visto con un zoom, a lo largo de nuestra vida.
Existen épocas propicias para todo, el asunto es identificarlas, en esta vida vamos como a tientas intentando conseguir éxito en aquello que se nos ocurre en el momento en que se nos ocurre, pero hay vibraciones que van a facilitar mucho más que estas cosas sucedan en un momento que en otro. Los cuatro pilares nos ayudan a obtener una guía sobre qué es lo que viene y cuando, así podemos estar mejor preparados.
En Asia se utiliza mucho para prevenir temas de salud, ya que según la medicina china, los síntomas de alguna enfermedad aparecen cuando hay mucho de lo que no se necesita o poco de aquello que necesito, y conocer el ciclo de estas estaciones y lo que me ofrecen, me ayuda a ver claramente cuando aquel padecimiento se puede agudizar o mejorar.
¿Qué hago yo al respecto?, una vez que identifico de que trata cada estación puedo decidir si es momento de cambiar de trabajo, de abrir mi propio negocio, de tener un hijo etc. Muchas veces cuando empezamos a sentirnos inquietos sobre algo es porque la propia energía está moviéndonos en una dirección o en otra, es decir empezamos a tener ganas de cambiar de residencia, por ejemplo, y esto está en nuestros cuatro pilares; los momentos en los que nuestra energía de creatividad y la energía de poder se enfrentan, nace esta posibilidad la cual tiene buenas probabilidades de suceder, siempre y cuando lo decidamos y nos pongamos en acción.
Es una conexión inconsciente que tenemos con el universo, porque somos energía y estamos conectados, por eso no se sabe qué es primero mi idea o la energía que me lleva a la idea, pero cuando sigo esta corriente o esta intuición me siento satisfecho!
Está claro que no todos valemos para todo, ciertamente todo lo podemos aprender y hacerlo bien, pero de bien a excelente la diferencia se llama pasión, vocación, cuando trabajo y las horas me pasan sin sentir, cuando visito un cliente y me encanto hablando del tema, no es la misma sensación que cuando terminé mi carrera como contador financiero, donde solo de ver aquellas hojas verdes cuadriculadas se me comprimía el estomago y me daban ganas de bostezar; ahora ya lo he experimentado, la definición de éxito radica en mi experiencia, en encontrar y hacer aquello que te apasiona.
Alguna vez hace años estaba confundida sin saber para donde tirar, apática, y por casualidad si es que este termino aún no es obsoleto, llegó toda esta filosofía china a mi vida y desde entonces aquí me quede, aprendiendo todo lo que puedo, trabajando todo lo que puedo, observando todo lo que me rodea.
Gracias a que empecé a reconocer el feng shui como una parte importante de mi vida, aprendí a que debemos alinearnos con la naturaleza no ella con nosotros, comencé a ser consciente del consumo de alimentos sanos, de evitar desperdiciar la comida, de tomar de la naturaleza lo que ocupo y no más, por eso siempre digo que es un modo de vida; de alguna manera las personas que aún no identifican esta conexión son las que piensan que el feng shui son chorradas, me llamaron un día bruja, otro día me preguntó un señor que cómo le veía los chakras a su casa, en fin, ¿cómo por el simple hecho de no ser visible podemos ser tan básicos?
También he tenido mis momentos de duda de poner a prueba lo que me enseñan mis maestros, incluso con escepticismo, lo recuerdo por ejemplo, colocar 6 monedas de metal en aquel sitio donde la energía así lo requería, en ese sector donde inexplicablemente no había buen rollo, la comunicación por alguna razón pasaba a la agresión o al sarcasmo, y fue colocarlas y de verdad, pasamos a reírnos a la armonía y la buena onda.
En otra ocasión escuche también a un psiquiatra que explicaba algún tema de física cuántica que me parecía súper profundo y hablaba sobre el poder de la palabra o bien el sonido, que el prama, o el qi, responden al sonido; por eso la importancia de decir cosas positivas y de generar sonidos agradables. Mis maestros siempre dicen que el sonido del metal, en el caso de las campanas de viento, emite ondas o un eco expansivo que altera la energía pero que hay que ponerlas en el lugar adecuado, y no indiscriminadamente donde se ven bonitas.
En fin que las pruebas y los cambios de actitud son increíbles, y solo cuando los experimento me apasiono tremendamente y le tomo aún más respeto a la naturaleza, somos como sus juguetitos, creamos en ella o no.
El trabajo es diario, la línea entre el feng shui y los cuatro pilares es lógicamente invisible pero van de la mano, porque además de tunear -como dijo mi amigo Adrián-, el lugar donde paso el tiempo, también trabajo en la energía que le doy a mi cuerpo: la prevención para cuando lleguen aquellas estaciones donde la energía no sea del todo favorable, se trata de ir comiendo aquello que detiene la erosión que sufren los órganos dependiendo de esa forma de ser, de esa parte predecible que tanto cuesta moldear, mientras aprendo o mejoro por lo menos le damos al cuerpo aquello que más necesita, es decir si tiendo a ser una persona colérica pues intento cuidar y limpiar mi hígado, zumos verdes y esas cosas serán la contraparte de ese yo, si soy miedoso evitare los diuréticos, aunque ame el café, si me la paso dándole vueltas a las cosas de un lado de otro sin parar de pensar, pues me encargaré de que mi estomago no se quede vacío y tratare de prestar especial atención en aquello que como, pues los impulsos de apetito suelen ser muy irregulares para estas personas, etc.
Cuando identifico en mis cuatro pilares que la energía no me favorece o está en conflicto conmigo, me debo cuidar mucho más y tener más precaución, la cual no tuve este verano y volví a aprender claramente cómo funciona la cosa, primero una ruptura de falange, seguida de lesión de gemelo, y así en reposo sin poder andar mucho para aquí y para allá, curiosamente verifiqué como el mes del mono en combinación con mi año natal de serpiente se convirtió en agua la que choca con fuego yang de mi día maestro, y cuando fuego y agua chocan, no hay sitio para negociación, me enseñaron.
Si te interesa comenzar a probar la filosofía china, este es el momento, enhorabuena.
Leonor Estrada
Fenshuista Miembro de la Sociedad Británica de Feng Shui Discípula del Gran Maestro Raymond Lo