Nuestra casa: un tercio de nuestra suerte

¿Has pensado lo que podría cambiar tu vida si utilizaras la energía de tu vivienda a tu favor? Conocer nuestra casa es tan necesario como conocernos a nosotros mismos ya que el conocimiento de nuestra casa representa la tercera parte de nuestra suerte.

Según la metafísica china existen tres factores que conforman el destino de una persona. A saber: LA SUERTE DEL CIELO, LA SUERTE DEL HOMBRE Y LA SUERTE DE LA TIERRA.

La suerte del Cielo: Son todos esos talentos con los que hemos nacido; el lugar y la familia a la cual pertenecemos, así como la predisposición genética que nos harán desarrollarnos y crecer con características fisiológicas específicas.

La suerte del Hombre: Esta es el libre albedrío que nos hace actuar y decidir en base a nuestra educación, principios, creencias y oportunidades. La suerte de la Tierra: Es aquella que nos regala el lugar donde vivimos o donde trabajamos. ESTA ES LA PARTE DE LA QUE SE ENCARGA EL FENG SHUI. Como vemos, cada una de estas tres representa una parte de nuestro destino. Una de ellas -La suerte del Cielo- es fija e inalterable. Sin embargo, tenemos en las otras dos – La suerte de la Tierra y La suerte del Hombre- fuentes susceptibles a cambios y modificaciones altamente benéficas.

Cuando tenemos la oportunidad de utilizar Feng Shui para impactar favorablemente la tercera parte de lo que ha de ser nuestra vida es relevante que entendamos dos cosas: Una, que existen factores físicos que podemos ver e identificar, y la otra, que tenemos factores que no se materializan y no obstante se encuentran ahí, -sí ahí-, en ese preciso lugar en donde estamos nosotros. Ambos factores afectan al ser humano de igual forma. Hagamos una analogía: La visible representada por el hardware de un ordenador y la invisible por el software. Aquél no funciona sin este, pero unidos se convierten en una eficaz herramienta.

Un consultor de Feng Shui tiene que analizar tanto la parte visible como la invisible. Primero la visual, revisando los alrededores de nuestra casa o negocio buscando identificar los elementos básicos en un sitio con buen Feng Shui, tal y como se viene haciendo hasta el día de hoy desde hace más de 4000 mil años utilizando la escuela de la Forma. En segundo lugar, un verdadero profesional del Feng Shui no lo será a menos que haga uso de manera imprescindible de una de las herramientas fundamentales de la práctica del Feng Shui clásico llamada luo pan, la cual sirve para medir la orientación exacta y en base a esta realizar los cálculos matemáticos con diversas variables, entre ellas la fecha de la construcción; como resultante de esto tendremos las características invisibles del sitio donde nos encontramos.

Ahora bien, siendo toda construcción un conjunto de materia construida de determinada forma y colocada en una orientación específica dentro de un plano general, va a recibir ciertas determinadas cargas de energías, únicas y específicas en función a la orientación, posición, forma, edad y entorno. Ese sitio determinado contendrá una serie de posibilidades y cualidades exclusivas. Estas son las que determinarán la calidad de vida que nos va a ofrecer. Es LA SUERTE DE LA TIERRA.

El Feng Shui clásico utiliza este método dinámico basado en el tiempo y el espacio -flying stars- que tiene sus orígenes en la rotación de la Osa Mayor alrededor de La Estrella del Norte, Polaris. El movimiento de sus nueve estrellas, siete visibles y dos invisibles determina el flujo con el que se mueve la energía cada día, cada mes y cada año, haciendo posible que identifiquemos el tipo de qi que va a visitar nuestra vivienda procedente de cada una de las orientaciones.

Como resultado de la observación del comportamiento de estas nueve estrellas, los antiguos astrónomos chinos diseñaron 81 combinaciones diferentes, cada una haciendo relación a aspectos específicos tanto de la salud como de la prosperidad así como de las relaciones humanas. Es menester del Feng Shui elaborar el cuadro energético de una vivienda para identificar cuales son las características o combinaciones que le corresponden, mismas que la harán única y diferente.

Conocer las debilidades y fortalezas de nuestra vivienda es de suma importancia ya que así seremos capaces de entender muchas de las cosas que nos suceden o no nos suceden, y sabremos si esa casa es consecuente y favorable con nuestras prioridades.

Así como no existen personas buenas o malas, tampoco existen casas buenas o malas, cada una es como es y es válida para diferentes cosas, la cuestión es ver cómo esas características ejercen de forma positiva o no para sus habitantes. Potencializar y aprovechar la energía positiva y neutralizar o mitigar las negativas y los efectos que tienen sobre las personas es EL OBJETIVO ULTIMO Y PRIMORDIAL para realizar un estudio de Feng Shui.

En otras palabras, conocer la relación que guarda la casa con sus habitantes y de cómo esta relación tiene el poder de influir positiva o negativamente.

Asimismo, el consultor de Feng Shui deberá también analizar el aspecto humano de los residentes, ya que la idea general es brindar ayuda a las personas, no a las casas y para ello el conocer un poco de las personas que ahí habitan o trabajan, tanto sobre sus intereses como habilidades, las cuales como antes señalamos están representadas por La suerte del Cielo y su interpretación se hace a través del Ba Zi o four pillars. El Ba Zi es una tabla que está compuesta por ocho caracteres y la relación entre ellos se interpretará como la parte fija e inamovible de nuestra vida. Es inalterable. Esta quedó impresa en el momento en que nacimos y aspiramos nuestro primer qi. Habiendo realizado estos análisis ya estaremos en condiciones de hacernos una idea clara sobre la relación entre el individuo y el lugar en que se encuentra, en y hasta entonces estaremos listos -nunca antes-, de dar sugerencias. Por lo tanto, las ideas generalizadas que nos traerán amor, salud y abundancia tan trilladas en occidente en la última década han decepcionado a mucha gente, dejando solo escepticismo y confusión.

Finalmente pero no por ello menos importante, tocamos el tema de La suerte del Hombre. Esta área es la que manejamos cada uno a nuestro libre albedrío, decidiendo sobre lo que queremos hacer, cuando, cómo, dónde y con quién. También cuidamos nuestra salud y cuerpo, trabajamos, descansamos, hacemos deporte, etc., siendo el conjunto de estos hábitos, costumbres y decisiones lo que conformará el último tercio de nuestro destino.

Como hemos visto, es verdad que hay una parte que no depende de nosotros, pero otra gran parte sí que es posible que modifiquemos a nuestro favor. No es posible esperar que el Feng Shui nos vuelva millonarios o haga milagros, pues ya se ha explicado cuales son los alcances del mismo, sus bondades e importancia, pero desde luego que la comprensión y la aplicación que sus herramientas nos puede proporcionar, nos entrega una foto satisfactoriamente completa, de lo que somos, del medio donde nos desenvolveremos mejor, tipo de carrera recomendable, optimizando nuestra elección del sitio adecuado para que podamos aprovechar estas características y sacar de ellas un mejor resultado.

Lo mismo haremos con nuestra salud y cuerpo, conoceremos cuáles son nuestras áreas más débiles y procuraremos evitar la exposición a aquella energía que no contribuya a nuestro mejor beneficio y lejos de ello nos debilite aún más.

Por tanto, el área donde dormimos es prioridad para el ser humano por el tiempo que ahí pasamos, lo mismo que aquellos sitios donde permanecemos muchas horas, como serían el salón, nuestra oficina, etc., pues es después de la exposición prolongada a cierta energía, que ésta se refleja en nuestra persona y en lo que hacemos.

Si pusiéramos dos personas que nacieron exactamente a la misma hora y en el mismo sitio y nos preguntáramos porqué sus vidas no resultan igual; la respuesta sería que aunque compartan el mismo BaZi, las otras dos terceras partes de su destino, La suerte de la Tierra y la del Hombre fueron distintas.

Para nuestra fortuna, profesores asiáticos trabajan incansablemente en poner al alcance de un núcleo mayor de personas estas viejas doctrinas y el uso serio y por tanto eficaz de su práctica, siendo cada vez más elevada la cantidad de gente que entendemos y aceptamos la valiosa aportación que hace el oriente al occidente en cuanto decidimos incorporarlas en nuestras vidas.

Concluyendo, el Feng Shui bien aplicado es generador de notables cambios en la vida la gente ahorrándonos contratiempos y dificultades. Es momento pues de aprovecharlo y ponerlo en práctica con el fin de estar más sanos y contentos¡¡

Leonor Estrada FSSA
Miembro de la Sociedad Británica de Feng Shui, Discípula del Gran Maestro Raymond Lo.